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22/6/14

El momento del quiebre. El de las fisuras y fracturas que destrozan como casi descuartizandote, el ser.
Te fragmentan, los terrores y dolores, los amores y desamores.
Te fragmentan y desgranan las peleas y los dolores de cabeza.
La injusta culpa, la culpa de saber que no se tiene la culpa.
Fragmentos y pedacitos, triturados. arremolinados encarnados.
Apenas pegoteados, casi soltados, separados, casi-
Tienen fibras.
De pedazos de carne/Cebo/Algo.
La piel que se corta. Y estira y rompe.
Y se fragmenta, con las estrías.


Toxic.

Intoxicación: se dice del malestar causado por algún factor bioenergético.

Gotta cut away, clear away
Snip away and sever this
Umbilical residue,
Keeping me from killing you...




19/6/14

Yo sé.

Me gusta dejar la ventana abierta y sentir como el frío penetra mi habitación. Mientras el silencio evoca a algún momento de un pasado no muy lejano, en esta misma cama, tirito. Mi cuerpo tiene pequeñas turbulencias internas-vibraciones- y mis dientes se chocan entre sí.
Que curiosa reacción física.
Como la reacción física de amar, el amor te produce cosas adentro, en el centro, en el plexo solar.
Te produce nostalgia del presente. Contemplar lo efímero de los días que pasan cuando los minutos y segundos se convierten en horas, y todo pasa.
Y lo que es hoy no es dentro de 3 meses. Y todo cambia constantemente.
Menos la nostalgia de estar perdiendo un momento hermoso que el tiempo lentamente desgrana de tus manos y tu conciencia, lo recicla para convertirlo en un recuerdo empolvado.
Y los días pasan, y es extraño dejar cada día un poco de uno en este planeta. 
Dejar la huella en otros y en los lugares. Erosionar una masa amorfa de tiempo. Transformarla.
Y no puedo evitar un momento de contemplación en ciertos momentos, donde, a decir verdad, me encuentro atrapada, como congelada en ese instante de introspección que me detiene por un momento en la sólida convicción (y disfrute, plenamente disfrute) de estar mirando algo que me gusta -deleita- como luce.  
El atardecer de ciertos colores, las nubes de ciertas texturas, algún juego raro en el cielo que me llame la atención. Pero más que nada el movimiento que quedo en el pasado hace apenas un milisegundo.
 Diseccionar en pedazos diminutos de parpadeos, cortar la imagen y almacenarla en el presente mismo de mi mente ya. En ese momento. Sentir el presente, el hoy, el día en ese instante. Sin pasado ni futuro. Ese momento.  Me gusta contemplar tanto la efímera naturaleza del instante... Más si es algo vivo que sonríe y respira de una forma particular, que mira sólo como puede mirar ese ser. Más si es algo vivo que sonríe y respira de una forma particular, y que me mira sólo como puede mirarme alguien que amo.

Y la nostalgia del presente aparece cuando el presente ya no está. Apenas un millónesimo de segundo después. Se esfuma. Así. De repente. Y de presentes esfumados se construyen los pasados.
Y no quiero dejar nada en el pasado. Nada de mis días amando-la- a la persona que amo. Quiero un presente eterno en su compañía, no me gusta el futuro. Creo que le temo.
Por la incertidumbre que genera el constante pisoteo a mis espaldas del pasado.
¡Y el presente es lo único que tenemos?

I know, the past will catch you up as you run faster,
I know, the last in line is always called a bastard,
I know, the past will catch you up as you run faster,
I know, I know.

13/6/14

Yo pienso...

Que gran estúpido acontecimiento mundial.
Que gran estúpida red de mentiras. Y horrores.
Y fakes.
Y espías, y stalkers y selfies y likes.

9/6/14

En dos oportunidades, la necesidad de volver a mi lugar feliz, me atrofia la realidad circundante que me rodea y remarca la ausencia de mi hermosa y preciosa: siempre, y en este mismo momento.

In a reverie.


Cuando me desperté no entendía que mundo era este. Que mundo podía ser tan frío como para cristalizar poco a poco mi alma. ¿Qué mundo me devolvía la ira que alguna vez le arrojé? ¿Qué mundos me quitaban de las manos una de las cosas mas preciadas que tengo? Porque a veces el alejamiento te deriva en un mundo X. Quizá a diez mil millones de años luz del tuyo.
Y acá estoy, alejada y con frío. Con un frío polar que me carcome los huesos que no besaste anoche. Ni antenoche. Te extraño. Y me encuentro acá:

El desastre. 
Y la calma después del desastre. Y el desastre que le precede a la calma.
Y vaivenes de humo que simulan ideas que se fugan de tu cerebro, como el humo de unos motores que no paran de funcionar y llegan a fundirse.La 
Quizá la eliminación es iluminación, pero no sé qué eliminar de todas las cosas que tengo que eliminar de mi.
Quiero ser buena hija, buena estudiante, buena novia, buena amiga, buena persona.
Y estoy muy lejos de todo aquello.
A diez mil años luz.
Y la anatomía que se corroe, porque: corroír , fluídos, carne tremebunda y desintegración quedan bien juntas.
Y la sangre con ellas.

Una vaca circular, o redonda, de queso parece a veces la luna, digo redonda o circular por su amplitud diametral. Sí, de queso porque el queso es amarillento, color grasa. Si. Así parece todo mi esplendor cuando aparece. Sí, lo desagradable de la vista. Y los auto-boicots.

Y las miles de autopromesas rotas que ahora yacen en el estómago que se debilita por los corrosivos fluídos y fragmentos que punzan sus paredes con el filo de un espejo roto que se incrustó en tu carne tremebunda llena de sangre alguna vez.

Intoxicación de tristeza y soledad.
La extraño a ella, que me mira y me sana.
Pero es mi culpa no tenerla. Porque la culpa lo es todo.
La culpa estropea la psique.